Existen varios factores a valorar cuando nos decidimos a cambiar el aspecto de los dientes que mostramos al sonreír: forma, tamaño, posición y color.

Para hacer frente a cada uno de los problemas debemos atenderlos de forma individual y tratarlos en conjunto, requiriendo en muchos casos un tratamiento multidisciplinar (colaboración entre los especialistas).

• En ocasiones, uno o varios dientes presentan tamaños y formas anómalas que no nos agradan. El tratamiento mediante carillas de composite o porcelana puede ser la solución para corregir de forma sencilla estos aspectos y mejorar notablemente los dientes que enseñamos al sonreir.
• En los casos en los que la posición dentaria sea el problema, la ortodoncia (en combinación o no con carillas) será el tratamiento de elección. Si lo que nos preocupa es que los “brackets” y la aparatología ortodóncica se vea, podemos acudir a la ortodoncia lingual o invisible, con la que el tratamiento será prácticamente imperceptible.
• Si el color es nuestra preocupación, las técnicas de blanqueamiento nos ayudarán a aclarar el color de nuestra sonrisa y hacerla más joven y natural.